Crítica: "Como Desmantelar la Cultura Popular", según Ready Player One. De Steven Spielberg.
Hay autores cuyos trabajos no pueden limitarse a ser juzgados por una
sola obra. Steven Spielberg, uno de ellos, es quizás el nombre más popular de Hollywood
en toda su historia. La extensión de su trabajo como director y productor, es quizás
la más influyente en la cultura popular de todos los tiempos. Dicho esto, Ready Player One es una apuesta, desde el punto de vista del realizador, al
futuro.
Ernest Cline, autor del libro, y escritor en
la película. Nos sitúa en el 2045, un mundo futurista que no esta tan lejos del
actual. Problemas económicos y sociales han hecho del mundo una realidad sombría.
Es aquí donde surge un visionario, James Halliday, un diseñador de videojuegos,
y también apasionado por la cultura popular,
interpretado por Mark Rylance, actor fetiche de esta última etapa de
Spielberg. Halliday crea un juego de realidad virtual en la que el usuario se
sumerge completamente, cuyos límites son su propia imaginación. La película nos
muestra como esta realidad alternativa, conocida como el OASIS, a alejado a
generaciones completas de la realidad física.
En este entorno, encontramos a nuestro
protagonista, Wade Watts, interpretado por el joven Tye Sheridan. Watts es un
personaje sacado de la vieja escuela de Spielberg, un joven con problemas
familiares y alienado de su entorno, en otros tiempos algo quizás excepcional,
como el Elliot de ET. Pero en el mundo de Ready Player One, cada persona del
planeta sufre una suerte parecida gracias al OASIS.
Halliday muere, y esto desencadena un concurso
a la “Willy Wonka y la fábrica de chocolates”, para ver quién será el dueño
total del OASIS. Esto es el puntapié para que Spielberg y su cámara se luzcan
en la acción del mundo virtual. El director, que ya había experimentado la
falta de ataduras físicas en “Tintin Y el secreto del unicornio”, diseña planos
y secuencias imposibles en el mundo real.
Aunque la película se centra casi en su
totalidad en la disputa por el futuro del OASIS, con un villano representando
al capitalismo feroz. Es en los momentos en que Halliday aparece antes nuestros
protagonistas, en donde la película encuentra su espíritu. No es casual que no
veamos a padres, madres, etc. en casi dos horas y media duración. Halliday
ocupa ese lugar para los personajes, y a su vez, solo existe en la imaginación
colectiva de esa generación, plagada en el medio, de cosas que el amaba: Películas,
Videojuegos, etc.
Spielberg hizo una película en la que todos
sus espectadores pueden encontrar algo que los motive, pero su mensaje solo es
para la juventud, el futuro. Hoy en día, la identidad no está limitada a una
persona física, también hay una persona virtual. El director no hace una valoración
negativa de esta, y en su lugar pone un momento mágico que logra trascender con
una simple pregunta: "¿Que eres?". Pregunta que el futuro tendrá que
responderse a sí mismo.
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